Conjetura sobre el ‘Social Mix’ en la tierra de Duarte

A pesar de ser discutido como concepto, el social mix planificado ha sido defendido por décadas y tiene varias metas (Sarkissian, 1976) que al final buscan la armonía entre los distintos sectores, el desarrollo y nuevas oportunidades para los niveles inferiores, estabilidad social y equidad en la calidad de vida.

Es extraño tener que hablar de mix social en una tierra donde los padres de la patria son –visualmente– de tres orígenes raciales distintos. Sin embargo, luego de años de una quasi-dependencia y/o relatividad económica internacional, y con un alto nivel de transculturación, nos encontramos frente a una sociedad cuya evolución no es la de una integración purista; es una polarización social que nos transfigura en una colectividad artificial diferenciada.

Esta sociedad es una en la que aplicaría lo que muchos estudios ya realizados en países desarrollados comprueban: en teoría el mix social es posible, en la práctica es difícil. Esto no sólo por el hecho en sí, sino por la voluntad de los involucrados (Collison, 1963), quienes pueden en primera instancia estar de acuerdo, mas preferir de forma diversa al momento de la verdad.

En adición, la voluntad política no da abasto debido a la relación problemas/tiempo.

Sin embargo existen algunas observaciones importantes (analizadas y sintetizadas de Sarkissian, 1990) que se basan en una posible futura auto-evaluación y re-direccionamiento de valores en las diversas estructuras politi-socio-económicas:

1. Es necesario el uso de fuerzas no económicamente dirigidas; es decir, de una decisión definida en el tiempo.
2. El desarrollo residencial mixto hecho por el sector privado depende ampliamente en la visión del emprendedor. A esto se suma a favor el apoyo/regulación del sector público. (Smookler, 1976)
3. El diseño y aspecto físico del barrio, la ciudad y el entorno en general son factores importantes en el nivel de satisfacción de los residentes. Cuando favorables, estas condiciones pueden hacer dejar a un lado ciertas diferencias sociales. (Massachussets Housing Finance Agency, 1971)
4. Las condiciones de los bordes entre población definen niveles de privacidad y vulnerabilidad entre los grupos.
5. Las facilidades comunitarias e infraestructuras/servicios deben estar disponibles para todos los residentes. Las facilidades prioritarias son aquellas que sirven a las personas de bajos recursos.
6. Reconocimiento de la necesidad de mayor inversión para la satisfacción de las diversas exigencias.

Todas estas observaciones se proponen delante de un escenario “seguro”. Este escenario es transversal, y debe ser prioritario en paralelo con la jerarquía establecida para las anteriores observaciones.

En conclusión, la puesta en escena de esta obra no es fácil, pero pienso es un camino que se puede recorrer.

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