La perpetua transición

Leer los comentarios del presidente de nuestra República Dominicana es casi como encontrarse a uno mismo como personaje en una historia kafkiana. Y es que es muy fácil comparar la nación dominicana con El Castillo donde el amo da órdenes, asigna y designa, sin claridad de ideas, y donde cada ciudadano es como el deambulante Señor K. ¿No suena eso a esa transición indefinida hacia el desarrollo que promueve nuestro grandilocuente líder?

Para enriquecer más la comparación podemos situarnos igualmente en El Proceso, en una rampa que desciende vertiginosamente hasta que la condena está dada por las autoridades errantes. Entonces un vil asesinato se comete –el que una persona enferma fallece por falta de seguridad médica, en el que la delincuencia policial decapita al documentado, en el que la droga es el postre de las jerarquías más altas y con el que se envenenan los sectores más bajos.

El presidente hablará hoy ante la ONU y luego recibirá un reconocimiento por su insaciable sed de logros. Sin embargo, la era del conocimiento existe sólo en él. El Iluminado, su título alternativo, recién precisó que sus conocimientos son sus herramientas para enfrentar los grandes retos para perpetuarse en el poder o para desmedrar en vistas a posibles remplazos.

He ahí el vil asesinato social, perpetua transición hacia sí mismo.

Comentarios

Baakanit dijo…
Coincidencialmente estoy leyendo actualmente The Castle. Estoy de acuerdo con lo que dices, no hay un paísito más kafkiano y burocrático que el nuestro.

Este artículo que salió ayer en el NY Times estoy seguro que te va a gustar.

http://www.nytimes.com/2010/09/26/magazine/26kafka-t.html
Tulio Mateo dijo…
Muchacho, primero: qué largo es ese artículo!

Segundo: al final el pana habla como si uno se encontrara con El Oráculo en "The Matrix".

Saludos desde el continente del sol.
http://en.wikipedia.org/wiki/Africa#Etymology
Baakanit dijo…
Es un artículo larguillo, que pudo ser condensado un poco, pero como fanático al fin, uno lo lee.

En esa parte el hace referencia a esa parte en la que K va a la iglesia y le hacen el cuento del portero. Coincidencialmente algo similar está pasando en estos momentos. Esa mujer lo que quiere es billete, los escritos de Kafka nos pertenecen a todos, debería salir de ellos.

Saludos
Baakanit dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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