Lo que el viento se llevó: Encuentro entre Santo Domingo y Dean


La ciudad capital, la ciudad posible, la ciudad que enfrentó los pasados días la visita a distancia del huracán Dean se encuentra hoy ante la noticia de que la reparación del Malecón costará alrededor de 30 millones de pesos.

Si se piensa bien, con el caco, con la testa que llevamos puesta y que debe funcionar bien a pesar de los plátanos ya comidos, treinta millones para embellecer el Malecón, construyendo nuevos bancos de arena (mencionando que los viejos, los de bloques contiguos están igualitos), es mucho dinero. Y digo mucho dinero porque es obvio que serán de arena los bancos, que se volverán a destruir bajo un futuro impacto. Es mucho dinero porque qué más va a hacer el síndico.

Pasar por el Malecón y ver los desprendimientos de asfalto en algunas zonas, los bancos caídos y las rocas muertas sobre la misma roca me hace pensar en si estamos verdaderamente preparados para un futuro huracán… si las cavernas ocultas debajo de la Autopista 30 de Mayo se abrirán como los puentes de Minneapolis… si los filtrantes tragaran el agua sin respirar…



Quizás el Ayuntamiento salvó una noticia negativa con los trabajos realizados en la proximidad del Malecón y la Avenida Alma Mater, con lo que se hubiera desplomado todo y nada a la vez. ¡Qué bueno que lo hizo! Quizás salvó una segunda con la puesta en el limbo del proyecto del helipuerto. Pero esto no es una canción, esto no es Nat King Cole, es la realidad. Una tan cercana, tan visible, que a todos nos deja en la inseguridad.

Quizás fuera mejor repartir los 30 millones entre los habitantes del Distrito y con los 25 pesos cada uno hacer lo que le de la gana.
Tulio José Mateo

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