Entreprenariado de la construcción: proyectando más allá de la técnica

Los desastres pueden motivar la formación de cientos sino miles de albañiles u obreros de la construcción; el apoyo al entreprenariado puede proyectar a esos individuos más allá de la técnica.

Para el sector construcción un evento catastrófico es, además de una gran pérdida física, una oportunidad económica.  Se necesita rehabilitar estructuras, poner en funcionamiento servicios, dar refugio a familias, las organizaciones necesitan gente con experiencia.  Ahí están los casos, por ejemplo, de Haití, Indonesia, y Pakistán.  En estos se dio un fenómeno tsunami de ayuda internacional, donde se incluyó formación para albañiles y obreros de la construcción (solo hay que ver ReliefWeb).  Eso se acompañó de otros esfuerzos: trabajo con líderes comunitarios, con autoridades locales, con gobiernos centrales.  Pero, 
¿qué sucede con el individuo después de que el rush humanitario ha pasado?

Estos últimos años he visto lo importante de “acompañar”, de trabajar en el desarrollo de no solo capacidades técnicas sino también de otras como la gestión.  Es simple: una formación en gestión fortalece los conocimientos prácticos, y también da un valor agregado al participante, enriqueciendo sus habilidades sociales y profesionales.

Claro, solo unos cuantos se realizarán como “micro-empresarios”, pero el trabajo y las prácticas activarán tanto sus cabezas y generará un impacto en su propia economía y la de los demás.  Y al final, ¿no es eso lo que se quiere, que las personas desarrollen sus medios de vida?  Pues así debería ser.

Temas
Como en todo entrenamiento, hay que tener bien claros los objetivos desde un principio.  De ahí nacerán los temas.  En base a algunas formaciones en las que he participado, puedo citar aquí algunos temas de gestión que me parecen clave, y que han sido de gran apreciación por los participantes de las mismas:

  1. Empresa: yo creo
Hay que entender qué es una iniciativa de negocios.   Hay que hablar de que en ella se trabaja para tener beneficios, pero que también se debe cubrir cómo empezar.  Y para lograrlo hay trabajar duro.  Es el primer reto y la primera motivación.


  1. Gestión de presupuesto

Desarrollar un presupuesto es un ejercicio técnico.  Para hacerlo los participantes tienen que conocer los detalles constructivos y cuantificar el proceso.  Redactarlo invita a la curiosidad, al detallismo, y a la auto-revisión de las soluciones propuestas.
  1. Marketing y manejo de relaciones
La promoción de un servicio requiere conocer la técnica y su valor respecto a las demás.  También requiere escuchar al cliente y adaptarnos a lo que este quiere.  El proceso reta a aquellos acostumbrados a soluciones comunes a pasar los límites de sus propias expectativas.

  1. Plan de negocios (y contratos)
Elaborar un plan es dar tiempos a las actividades conocidas y previstas.  A estos tiempos hay que relacionarlos con gastos e ingresos.  Aunque de entrada pueda parecer complejo, promueve en el participante un nivel de disciplina, seriedad y visión.

A estos, según se necesiten, se pueden agregar también temas relacionados a recursos humanos y contabilidad.

Por qué desarrollar capacidades en gestión

Porque lleva la satisfacción a un nivel mucho más alto, y esa es la motivación de base para la cooperación al desarrollo.  Desarrollar capacidades es un proceso que va más allá de una formación; puede decirse que es un acercamiento casi personal.  El componente “gestión” hace que la relación necesite ser más íntima incluso, para poder crear confianza.  Es el reto del facilitador, como movilizador de emprendedores.  
Las últimas semanas han sido excelentes, al acompañar a cuatro albañiles, jóvenes emprendedores, y ver como dan pasos para salir adelante en sus empresas.  Con ejercicios de práctica los he visto perder el miedo escénico, proponer un manejo de conjunto en sus proyectos, colaborar entre ellos para desarrollar proyectos y hasta subcontratarse para hacer supervisión de obra.  Con primeros proyectos de entre 20 y 30 metros cuadrados, ahora el boca a boca les trae nuevos clientes con más dinero y más necesidades de espacio -los proyectos superan ya los 120 metros cuadrados.  Ellos realizan todo el proyecto técnico-constructivo y nosotros, acompañándolos con ojos acuciosos, buscamos -sonrisa en boca- como extender el éxito a nuevas aguas.


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